lunes, 12 de diciembre de 2016

romance actualizado



LA BELLA MALMARIDA
-La bella mala esposa,
de las mas lindas que yo vi,
te veo tan triste y enojada;
la verdad tú dime a mí.
Si has de buscar amores
por otro, no me dejes,
que a tu marido, señora,
con otras mujeres lo vi,
besandose y coqueteando:
y hablando muy mal de ti;
juraba y perjuraba
que te iba a herir. -
Así habló la señora,
así habló, y dijo así:
-Sácame tú, caballero,
tú sacame de aquí;
por las tierras donde transitas
bien te sabría yo servir:
yo te haría bien la cama
en la que vamos a dormir,
yo te guisaré la cena
como a un buen caballero feliz,
de gallinas y capones
y otras cosas más de mil;
que por mi marido
ya no puedo sufrir,
que me da muy mala vida
como tu bien puedes oir. -


Ellos hablando estaban
y el marido allá llego:
-¿Qué hacéis mala traidora?
¡Hoy debes de morir!
-¿Y por qué, señor, por qué?
Que nunca me  lo merecí.
Nunca besé a hombre,
ese hombre me besó a mí;
las penas que él merecía,
señor, damelas tu amí;
con riendas de tu caballo,
señor, azotes amí;
con cordones de oro y sirgo
viva ahorques a mí.
En la huerta de los naranjos
viva entierres a mí,
en sepoltura de oro
y labrada de marfil;
y pongas encima un mote,
señor, que diga así:
«Aquí está la flor de las flores,
por amores murió aquí;
cualquier que muere de amores
mándese enterrar aquí.
que así hice yo, mezquina,
que por amar me perdí.-»